¿Os acordais de esta escena de Matrix?. Tu eliges como quieres vivir, ya no solo tu día a día, si no también, en la faceta que nos ocupa, la fotografia nocturna. Vivir intensamente la fotografia nocturna,
¿Pastilla roja o pastilla azul?. Le he dado muchas vueltas a esta escena los últimos tiempos, por razones que no vienen al caso exponer, pero que son recurrentes en mi forma de pensar y en mi forma de vivir. Creo que tengo la cura del mundo¡¡¡ no estoy loco, en serio, creo que tengo algo que mejoraría de 0 a 100 la vida de un porcentaje muy alto de personas, especialmente del mundo desarrollado y de la gente que tiene sus necesidades básicas cubiertas.
Como el título de la peli Reality bites, la solución se llama “Inyección de realidad” tan sencillo como dificil de conseguir, una “inyeccion” que nos transportara a otra dimensión, llamemosle matrix o llamemosle pesadilla, en la cual lo que aconteciera en ella sería traumático para nosotros, una historia en un sueño pero como si fuera real, un “the game” como el que sufría Michael Douglas, que nos hiciera darnos cuenta de lo afortunados que somos por el simple hecho de despertarnos todas las mañanas sin una preocupación importante, de poder tener un plato caliente en la mesa, de una persona que nos ama, de unos amigos y familia que nos quieren…cosas tan sencillas y que damos por hechas, hasta que un día todo se desmorona y nos sentimos tan desafortunados.
Si fuéramos capaces de sentir por unas horas ese dolor tan desagradable, seguramente el resto de los días disfrutariamos de verdad y aprovechariamos el tiempo que tenemos. Solo unas horas sin saber que despues todo se esfumará.
Creo que como fotógrafos nos pasa algo parecido en ciertas ocasiones, al menos a mi, nos amoldamos, nos relajamos cuando llevamos un tiempo sin motivaciones nuevas, vamos al típico sitio, encuadramos con el típico encuadre, iluminamos si se da el caso, como lo haría cualquiera, y no sentimos la esencia del lugar ni la sabemos plasmar en nuestra foto.
Las inyecciones de realidad fotográfica también se pueden obtener, un curso de José Benito que te descoloca todo tu armario fotográfico, que te roben tu equipo te hace valorarlo mucho mas, que no puedas salir en un tiempo prolongado te llena de motivación, y en pequeña escala que tus fotos no gusten si te guías mucho por la opinión del resto, o que ni a ti mismo te llenen. Muchos factores que pueden provocar un bajón de autoestima que si se sabe manejar, no es mas que un extra de motivación para crecer y valorar lo que tienes y haces sentir a los demás.
Os dejo con una fotografía nocturna tomada en Picos de Europa, la típica postal que me ha hecho recapacitar y soltaros este rollo.