Primer día en New York: 24 horas seguidas sin dormir y aqui estamos a la par tecleando en el portatil en pijama, encima de la cama y oyendo las sirenas de bomberos cada dos por tres, pero en New York, y eso molesta menos, verdad?
Podría describiros el día de perros que hemos tenido, no solo por la lluvia y el viento de las pocas horas que hemos estado pateando, sino mas bien por la cantidad de horas que hemos pasado de esperas, de traslados, de avión, de colas en la aduana….pero no quiero quejarme, estoy en el corazón de la ciudad mas importante del mundo, de la mas visitada, y seguramente de la mas espectacular, que mas se puede pedir?
Asi que empezaré por mis impresiones de lo poquito que hemos olido, probado, visto y comido, como no. Si mis peques me preguntaran hoy como es NYC les diría que muy grande, con mucha luz, llena de coches, donde se oyen sirenas y no se ve el final de los rascacielos. Si se lo contara a mi mujer le diría que es una ciudad cosmopolita, donde como pasa en las pelis, se puede aparcar en cualquier sitio porque no hay coches en las aceras, eso si, te multan, llena de tiendas, de restaurantes, de gente…donde se mezclas los colores, las razas, los olores y los sabores, y es tal se ve en el cine: mucho coche amarillo que transita por asfalto lleno de agua y con el típico humillo saliendo de las alcantarillas. Y si me preguntaran mis padres les diría que no me creo que se les haya olvidado como late esta ciudad, porque han estado dos veces en un año y eso que no querían ni oler a los yankees.
Y como lo veo yo? pues de momento con retortijones por las 20 chicken swing buffalo que nos hemos metido entre pecho y espalda el Fusky y el moi, en el Papaya dog, uno de los lugares mas cutres y grasientos en los que he comido nunca, pero que no hemos dejado ni los huesos de las alitas. Ahora hablando en serio, apenas hemos visto Times Square y es realmente espectacular, vas llegando y se va a haciendo de día, es la cúspide del consumismo, diría que es un lugar que hay que visitar en esta vida, sin embargo para mi no tiene alma, y ni siquiera he sacado la cámara, bien porque llovía, y también porque me resultaba tan apabullante que cualquier parecido con la realidad en mi visor, sería pura coincidencia.
Tengo muchas expectativas en este viaje, en traerme esas imágenes icónicas desde mi punto de vista, pero también quiero disfrutar cada lugar sin pensar en la fotografía que llevarme, sin estar pendiente de la luz o del encuadre, y espero conseguirlo. Nos vamos a dormir, porque eso de que es la ciudad que nunca duerme….y una mierda, aquí duermen como en cualquier otro sitio. hasta mañana.
Firmado: uno de pueblo en la gran ciudad