PARTE 2.
Dejaba el relato en el avión, camino de Islandia en la noche del miércoles al jueves pasado, con una hamburguesa haciendo estragos, sudando como si no hubiera un mañana y con la incertidumbre, y si, el miedo, que la experiencia no mereciera la pena. Nadie te asegura que ante un aviso de una tormenta así, finalmente suceda y se puedan ver esas auroras. En alguna otra ocasión no me he decidido a ir y menos mal, porque las auroras no fueron ni mucho menos las esperadas. El esfuerzo económico (no solo lo que nos gastamos en avión, coche, gasolina, comidas…si no el no poder trabajar proyectos en mi casa), físico, familiar y mental era grande, y cuando sales de ese círculo de confort, las dudas revolotean en tu cabeza, ese diablo en un hombro y el angelito en el otro.

2:00 AM 10 de oct: Aterrizamos en Islandia y no he podido dormir nada. Recogemos maletas, el coche y ponemos rumbo al alojamiento, situado cerca de Hella, unas dos horas y media del aeropuerto. Por fin podemos comprar el vuelo de vuelta, que será el domingo a mediodía. Tenemos 3 noches completas. Me meto en la cama a eso de las 5 am y noto que mi cabeza va mas rápido que el tiempo que pasa desde que se enciende el semáforo y te pita el de atrás.

11:00 AM 10 de oct: se espera que la tormenta solar choque con nuestra magnetosfera sobre las 16:00 (+/- 7h), buenas noticias esas. El tiempo que suele transcurrir entre la explosión y la llegada de ese plasma a la Tierra oscila entre el día y los 4 días, sin embargo esta vez viene muy rápido. Pero antes, tenemos que resolver un problema con el coche, resulta que la compañía está cambiando a un nuevo sistema, y no nos han permitido firmar online el contrato de alquiler y nos obligan a volver a Reykjavik a firmarlo, asi que nos pasamos mañana y tarde en el coche para que luego no nos lo resuelvan, un desastre¡¡. Nos da tiempo a comer y comprar algo para estos días, poco mas.

Sobre las 16:00 PM 10 de oct: Llegada del CME a la Tierra, es lo que se esperaba y nos esperan unas horas inolvidable

18:00 PM 10 de oct: como ese soldado que prepara su macuto antes de la guerra, hacemos revisión de lo que necesitamos para pasar toda la noche.