Han pasado solo 7 meses de una de las mayores catástrofes ocurridas en España, que se llevó por delante 228 almas, y parece que está ya olvidado porque no sale en las noticias, no es trending topic, y como consumistas del inmediatismo que somos, deja de existir, para devorar de forma diaria noticias como la participación de Melody en Eurovisión, la pelea entre Broncano y Motos, o las supuestas orgías en un Parador turolense.
No quisiera entrar a valorar la actitud y aptitud de los responsables políticos de turno, pero si como nos comportamos como sociedad y lo que he vivido en primera persona durante este tiempo. Y lo hago porque mis amigos Javi y Amparo, de www.andanafoto.com, directamente afectados por la DANA, y de los que os contaré bastantes historias en esta entrada, me dijeron un día que el pueblo valenciano necesitaba visibilidad y que no nos olvidáramos de ellos, por pequeñas que fueran las muestras de cariño o simplemente de información, como lo que aquí os paso a contar.
Y es que unos días después de aquel terrible 29 de octubre, abrumado por las imágenes y testimonios, se me ocurrió realizar una colecta de dinero entre mis allegados: amigos, familiares, alumnos de mis talleres…etc para comprar lo que fuera necesario para esos primeros días y enviarlo de forma directa y sin intermediarios a la gente que lo necesitara. Y ahí es donde aparecen Javi y Amparo, fotógrafo y psicóloga, formadores y amigos desde hace casi 10 años, y vecinos de Catarroja. La primera frase de Javi cuando le comento mi idea fue “esto es morir de éxito”, me dejó a cuadros, estaban abrumados de la cantidad de ayuda enviada, siendo incapaces de gestionarlo, habiendo incluso robos, pero que había un barrio (Les Barraques) que una semana después de la DANA, aun no había recibido ayuda de ningún organismo oficial (ni siquiera el ejército), y desde Canals estaban llevando la ayuda necesaria en coches. particulares.
Javi colaboraba en esa labor (aun teniendo su casa inhabitable) y podía hacer de enlace entre lo que pudiéramos comprar desde Madrid y los habitantes de ese pequeño barrio. Pues dicho y hecho, del 6 al 7 de noviembre recaudamos casi 3300 euros, increíble¡¡¡ estaba emocionado por la respuesta, pero empezaban los problemas: cuando me dispuse a comprar por internet los productos que Javi me había recomendado, las empresas me daban plazos de entrega de semanas.
Nos quedaba la alternativa de comprarlo en Madrid y enviarlo en alguno de los camiones que diariamente salían de aqui hacia Valencia, pero oyendo algunas noticias, no acababa de fiarme. Y ahí surgió Rocío, una de esas mujeres con luz propia, que comentó en un grupo de viajeros que tengo, que se iba al dia siguiente de voluntaria y que tenia sitio en el coche. Esa misma noche quedamos en el Makro y realizamos una primera compra que ella se llevaría en su coche y se lo daría a Javi.

Como podéis ver en la imagen, compramos productos de limpieza, tendederos, frontales…etc. A los dos días Javi nos enviaba fotos de la llegada de esos productos al barrio, incluidas 13 karchers (hidrolimpiadoras) con alargadores, que nos costó encontrar. Días después empezarían a llegar las botas altas.

Nuestro granito de arena fue ese, y del cual nos sentimos orgullosos. Además sirvió como flujo de trabajo, para otras iniciativas solidarias que llegaban desde varios rincones de España, con Javi y Amparo como un pequeño “centro logístico” para recabar y distribuir las ayudas.
Pero la historia no acaba ahí, ni mucho menos. En enero de este mismo año, tenía organizada una quedada de fotógrafos en Valencia, en las que nos íbamos a juntar mas de 30 personas para pasar un finde de convivencia y fotografía recorriendo los sitios mas conocidos de la ciudad. Días antes hablé con Javi y le comenté si les apetecía apuntarse a alguna de las comidas, y aceptaron encantados. No solo eso, se ofrecían como guías para realizar un recorrido por su pueblo y que fuéramos testigos de la situación actual.
Debo reconocer que la idea no me pareció apropiada en un primer momento, creía que podía ser una falta de respeto para sus habitantes, que apareciéramos con nuestras cámaras para fotografiar esa desgracia, solo unas semanas después de lo ocurrido. Tanto ellos como una pareja de amigos, que habían perdido casa, coche y trabajo, nos animaron a documentar y exponer en nuestras redes sociales, lo que allí viéramos, darle esa visibilidad que os comentaba al principio del texto, que aun a día de hoy necesitan (acordaros de la erupción de La Palma). Y por eso me he animado a contar toda esta historia, 7 meses después.
El domingo por la mañana nos dirigimos a Catarroja, y nuestros guías nos fueron contando infinidad de historias de solidaridad, valentía, sacrificio y dolor, aunque siempre intentando aportarnos un lado positivo, que por momentos me costaba ver. Realicé unas pocas imágenes que aquí os dejo:


Debo decir que me sorprendió encontrarme un pueblo con evidentes signos de haber pasado un tsunami por allí (el agua y barro llegaron a los 3 metros de altura), pero bastante mejor de lo que podía imaginarme 70 dias después.



Los vecinos ponían carteles en los coches para distinguir aquellos que están en uso, para que los servicios de limpieza no se los llevaran:


Vimos colas en puntos de recogida de alimentos, vecinos que nos contaron sus historias de vida, locales que no abrirán jamás, muestras de agradecimiento a los voluntarios, colegios que tendrán que ser derribados, y miradas perdidas.
Amparo me cuenta que a dia de hoy la parte física de toda esta reconstrucción está ya casi superada, aunque con muchísimas pérdidas materiales, pero la parte menos trabajada es la emocional. Se están llevando a cabo iniciativas sociales, festivales, ayudas sicológicas..aunque va a costar mucho tiempo recuperar la normalidad, y mas teniendo en cuenta que si volviera a caer esa cantidad de agua, no se han resuelto los problemas estructurales (encauzamientos, barreras..etc) ni de protocolos de actuación que pudieran mitigar otra catástrofe parecida.
Ellos organizan un evento precioso que consiste en que fotógrafos llegados desde toda España realizarán fotografías de familia el 7 de junio, a todos aquellos que perdieron aquello que no es reemplazable “sus recuerdos en papel”: las fotos, y que no han podido ser restauradas por la Universidad Politécnica de Valencia. Habrá talleres, música y exposiciones. Aquí toda la info: https://imatgeiaccio.org/re-generar-el-album-familiar/
Nunca quise contar esta iniciativa por miedo a parecer pretencioso, pero estas dos increíbles personas que son Javier y Amparo, me han enseñado a mirar de otra forma y a entender que es necesario visibilizar este tipo de acciones, que aunque en mi caso, lleguen a muy poquita gente, puede ser útil y provechoso. Gracias pareja. Y gracias a tod@s los que ayudaron y aportaron, cada uno lo que pudo, en esta pequeña iniciativa solidaria. Creo que el pueblo por fin, se unió y dejo de lado colores y bandos, en una marea de solidaridad como creo nunca se había visto antes.
